Nace Annapurna: La inspiración detrás de una marca de vino
La creación de Annapurna fue un proyecto de branding y packaging en el que, desde el inicio, logramos capturar la esencia de una marca de vino inspirada en una de las montañas más altas y difíciles de escalar del mundo. Desde la identidad visual hasta la estrategia de contenido, cada detalle de Annapurna está pensado para transmitir la conexión con la montaña y la pasión por el alpinismo de su fundadora.
La inspiración y el concepto: una marca de vino conectada con la naturaleza y el riesgo
La creación de Annapurna comenzó con una búsqueda de inspiración que nos llevó a conocer la historia personal de su fundadora, Belén Rodríguez Doñate. También descubrimos su pasión por la montaña y el vino. Desde el inicio, entendimos que el concepto de «riesgo y trabajo consciente» debía ser el corazón de la marca.
El nombre, Annapurna, no es casual: representa a la «Diosa de las cosechas» y, además, nos recuerda al majestuoso monte nepalí, un símbolo de fortaleza y desafío. Esto conecta directamente con el proceso de elaboración de este vino, donde cada cosecha enfrenta condiciones extremas. Además, cada botella es fruto de una dedicación minuciosa y auténtica. Annapurna es una marca de vino para quienes valoran no solo el producto final, sino todo el camino de esfuerzo y resiliencia que hay detrás.
Identidad visual y verbal: autenticidad y conexión con la tierra
Para reflejar la esencia de Annapurna, desarrollamos una identidad visual que transmite la dureza, la belleza y la textura de la montaña, con una etiqueta contundente, basta y fuerte, como el Annapurna. Para lograrlo, seleccionamos colores naturales y texturas, que evocan el terreno y el espíritu de los viñedos de Almansa, donde se produce el vino.
Trabajamos técnicas especiales para la etiqueta, como el golpe seco y el estampado en cobre, que aportan una textura distintiva y una profundidad visual. Con esto logramos conectar con la marca desde el primer contacto.
A la hora de definir la identidad verbal de Annapurna, buscamos un tono directo y evocador, que hablara con claridad y personalidad al consumidor. Como resultado, el tono que elegimos es contundente, arriesgado y empoderado. Esto lo hace adecuado para una marca que desafía las convenciones y conecta con quienes valoran la autenticidad.
Estrategia de contenidos: conectar con el consumidor a través de la autenticidad
Desde Brandsummit, creamos una estrategia de contenido y dirección de arte que captura el espíritu de Annapurna y lo hace accesible para su audiencia. Nos centramos en diseñar publicaciones que, a través de la montaña, el proceso de cultivo y la figura de su fundadora, invitan a una conexión genuina con el vino y sus orígenes. En lugar de solo mostrar el producto, generamos contenido que transmite los valores de resiliencia, esfuerzo y conexión con la naturaleza para reforzar la autenticidad de Annapurna y acercarla a aquellos que buscan un vino con alma.
El resultado: una marca que invita a explorar y a saborear el camino
El resultado final es una marca de vino que no solo se consume, sino que se vive. Annapurna invita al consumidor a un viaje sensorial y emocional. Por lo tanto, Annapurna es para quienes buscan un vino con carácter, que narre una historia de esfuerzo y conexión con la naturaleza. Cada detalle, desde el packaging hasta el tono de voz, está diseñado para conectar con aquellos que valoran la calidad, la autenticidad y la magia de cada sorbo, paso a paso, hacia la cima.