Do it clear: La metodología de branding para marcas que quieren crecer con propósito.
¿Y si el mayor freno para construir una gran marca no fuera el presupuesto, la creatividad ni la estrategia… sino la forma en que trabajas? Muchas agencias y estudios se organizan alrededor de procesos que consumen tiempo, generan desgaste y dejan poco espacio para la claridad real. Llamadas infinitas, reuniones sin foco, tareas duplicadas y equipos quemados. En Brandsummit, después de años repitiendo ese patrón, decidimos romperlo. Así nació Do It Clear, una metodología de branding que transforma cómo se organiza el trabajo creativo, pero también cómo se construyen marcas con propósito. Porque cuando los procesos son claros, las marcas también lo son.
¿Qué es do it clear?
Do It Clear es más que una metodología: es nuestra forma de entender el trabajo.
Nació en 2018 como un experimento de productividad y evolucionó hasta convertirse en un sistema maduro, que nos permite trabajar sin horarios fijos, sin escritorios asignados y sin depender de presencialidad.
La clave está en sustituir el control por la claridad: objetivos concretos, roles definidos y confianza total en las capacidades del equipo.
El nombre lo dice todo: hazlo, pero hazlo claro.
Claros en las expectativas, en los tiempos, en la comunicación y en los resultados.
¿Qué problema resuelve esta metodología de branding?
Muchos equipos creativos (especialmente en branding y diseño) se pierden en procesos caóticos, reuniones eternas y falta de foco. Con Do It Clear, gracias a esta metodología de branding con propósito resolvemos justo eso:
- Evitamos malentendidos con los clientes.
- Planificamos con foco en resultados, no en tareas infinitas.
- Aceleramos procesos sin sacrificar calidad.
- Y lo más importante: cuidamos el tiempo y la energía del equipo.
Esto se traduce en marcas más coherentes, procesos más fluidos y clientes más satisfechos.
¿Cómo funciona Do it clear?
La metodología se basa en una organización clara de roles, herramientas digitales efectivas y una planificación centrada en objetivos, no en el tiempo presencial.
Las funciones están divididas en tres niveles:
1. Dirección de proyectos
Responsables de captar proyectos, presupuestar y definir prioridades. Son quienes trasladan al equipo lo que debe planificarse y ejecutarse.
2. Seguimiento de proyectos
Encargados de planificar tareas, fijar tiempos, distribuir responsabilidades y asegurar que todo avance como debe. Son el nexo entre la visión y la acción.
3. Ejecución de proyectos
Todo el equipo operativo. Cada miembro es autónomo, responsable de sus tareas y debe comunicar si hay imprevistos. No gestionan, ejecutan con foco y responsabilidad.
Todo esto se apoya en herramientas como Trello, Clockify, Google Calendar, un servidor en la nube propio, y plataformas de comunicación bien definidas (Jitsi o Zoom…).
Lo que esta metodología aporta al branding:
La metodología Do It Clear no solo optimiza nuestro trabajo como equipo. También mejora la experiencia de quienes nos contratan:
- Procesos más ágiles y transparentes. Sabes siempre en qué etapa está tu proyecto y quién lo está gestionando.
- Resultados que se entregan en tiempo y forma. El sistema evita improvisaciones, desorden o demoras innecesarias.
- Mayor implicación del equipo en cada marca. Al trabajar con libertad y responsabilidad, cada proyecto se vive como propio.
- Capacidad real de adaptación. No dependemos de un espacio físico para dar respuesta a tu marca. Nos adaptamos a cambios, urgencias o contextos inesperados (como ocurrió durante el confinamiento).
¿Puede aplicarse a cualquier empresa?
No. Y eso es parte de su valor. Do It Clear no es un sistema para todo el mundo. No funciona en cadenas de producción industrial ni en estructuras verticales que requieren control constante.
Funciona para equipos que apuestan por la autonomía, la confianza y la responsabilidad real. Y para marcas que quieren trabajar de forma diferente, más eficiente y más humana.
¿Qué hemos aprendido al trabajar con Do it clear?
Después de varios años aplicándolo, estas son nuestras conclusiones más importantes:
- La productividad no se mide por horas, sino por resultados.
- La cultura de equipo se puede mantener a distancia, si se cuida.
- La claridad en los objetivos evita la sobrecarga y el estrés.
- La flexibilidad real mejora la calidad del trabajo (y de vida).
Y por eso seguimos afinando y compartiendo esta metodología, porque creemos que trabajar mejor también construye marcas mejores.