Copywriting para vender tus productos alimentarios
Este mes de noviembre contamos en nuestro blog con Elena Marco, periodista – Copywriter web y creación de contenidos-Marketing Digital. «Internet es un mundo de mundos que me propone retos, me hace superarme y me tiene enganchada… Siempre podemos elegir. Así que mejor elegir aquellos que nos gusta», así expresa Elena su pasión por lo que le gusta hacer, su trabajo.
El copywriting para productos alimentarios es una de las patas del marketing en alimentación. En esta industria es difícil destacar, ya que por muy diferente que sea el contenido todos parten de un mismo continente: una botella, un envase, un bote…
La única manera de ser diferente es sacar partido al diseño, innovar con la imagen y dar un mensaje cautivador. El copywriting es la clave para convertir en cliente a nuestro target.
Cada vez, más productores saben la importancia del diseño para llamar la atención. En los pasillos los diferentes productos luchan por captar con colores, con objetos, con pancartas que te dan en la cara. Si paras en la sección de vino de tu supermercado encontrarás auténticas obras de arte. ¿Pero qué dicen sus etiquetas? La venta se cierra con las palabras que convencen o copywriting.
Las obras de arte llaman la atención, con ellas consigues que tu target dedique más de 5 segundos a analizarte. En este tiempo has de contarle algo que logre que se decida por tu producto. Con el diseño le has dicho que eres diferente, ahora tienes que convencerle de que tu producto le ofrece beneficios.
Podemos convencer de muchas maneras. Aquí nos detendremos en 3 características principales que pueden subir tus ventas de una manera significativa elaborando un mensaje que convenza y usando las palabras perfectas.
1. No hables solo de ti
Si abusas de quienes somos, si solo hablas de ti y de tu producto, el cliente potencial se da cuenta de que eres del montón. Concluye que eres uno más entre tantos y no te compra. La persona que coje tu producto ha de sentirse especial con tus palabras. Tiene que percibir que amas lo que haces y lo haces para que el o ella se beneficie.
El somos somos somos… Aburre. A la gente le encanta comprar, pero odia que le vendan. Tienes que conseguir que el cliente sea el protagonista de tu mensaje.
2. Háblale de los beneficios que le ofreces
Cuando compramos queremos ganar, queremos beneficios para nosotros o para los nuestros. El pensamiento de todo consumidor antes de realizar la compra es: 1º Esto me interesa, 2º Me va a resolver algún problema, 3º Voy a sacar algo más.
Lo que más funciona en los productos alimentarios es hablarle de los beneficios para su salud. En la redacción de la etiqueta tienen que aparecer los beneficios que reporta consumir tu alimento. Si indicas a qué hora hacerlo y enseñas el mejor lugar y momento aún mejor.
Si tienes problemas de cansancio vas a comprar ese tarro de miel. Aunque el diseño no esté cuidado los beneficios convencen.
Beneficios directos
Algo gratis, los packs, las promociones es un beneficio instantáneo que siempre vende. Poner las cosas en cajas y empaquetarlas casi siempre funciona, si además le explicas que es un beneficio te elegirá de mil amores.
Por ejemplo, si vendemos turrones y creamos un paquete donde ponemos turrones, mazapanes y nueces, le das más valor y lo conviertes en un beneficio. El cliente pensará que con tu caja tacha tres cosas de su lista de la compra de Navidad. Pero tienes que decírselo en la etiqueta de venta, ¡¡que lo vea fácil!! Las palabras están para guiar, convencer de que es el mejor pack que se puede comprar.
3. Tu historia también sirve para diferenciar tus productos
Con una historia, creas un vínculo y lleva a elegir tu producto sobre otro prácticamente igual. Aquí tenemos dos casos de éxito.
Redbull es la mejor marca para analizar como contando y siendo fiel a tu historia puedes convencer y vender. Los creadores de esta bebida, eran amantes de los deportes de riesgo, así empieza todo y ahora son promotores de estos deportes, siguen fieles a su historia y siguen vendiendo Redbull. Este caso es tan internacional que nos abruma y ya mueven un presupuesto tan alto que nos distancian de su estratégia.
Pero también funciona el storytelling en Valencia, por ejemplo en el mercado de las naranjas, dónde no es sencillo destacar porque partimos de un producto igual en apariencia. Si observamos LaMejorNaranja vemos cómo su producto destaca por relacionarlo con la historia de su familia. Su logotipo ya nos dice que hay un negocio familiar detrás y sus textos e imágenes nos vinculan a su historia, sin perder de vista que el cliente es el protagonista, le habla en primera persona. A la familia Serra le funciona el storytelling.
Vemos como en la primera línea ya habla a quien lee.
El poder de las palabras reside en la seducción. Cuando cuidamos el copywriting en los mensajes que acompañan a buenos diseños conseguimos convencer al cliente de que somos la mejor opción.
Cuando las imágenes y palabras trabajan juntas en beneficio del consumidor las ventas suben.
Y tú, ¿Por qué crees que a BMW le sigue funcionando el “¿te gusta conducir?”
Puedes seguir a Elena marco en su blog: www.webdiccionario.com